tag:blogger.com,1999:blog-17717352279305166482024-03-13T09:01:19.178-07:00GabrielaMistralTcosayenco.es.tlhttp://www.blogger.com/profile/18410624813496694895noreply@blogger.comBlogger12125tag:blogger.com,1999:blog-1771735227930516648.post-8824983998138611562009-12-18T11:26:00.000-08:002009-12-18T11:37:46.715-08:00LA MAESTRA RURAL<a href="http://3.bp.blogspot.com/_lFQgomu7wek/SyvZ_uerxQI/AAAAAAAAABY/OrfziHnukTQ/s1600-h/0001.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 320px; height: 217px;" src="http://3.bp.blogspot.com/_lFQgomu7wek/SyvZ_uerxQI/AAAAAAAAABY/OrfziHnukTQ/s320/0001.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5416662665674867970" /></a><br /><br /><br /><br /><br />A Federico de Onís<br /><br /><br /> La Maestra era pura. "Los suaves hortelanos",<br />decía, "de este predio, que es predio de Jesús,<br />han de conservar puros los ojos y las manos,<br />guardar claros sus óleos, para dar clara luz".<br /><br /> La Maestra era pobre. Su reino no es humano.<br />(Así en el doloroso sembrador de Israel.)<br />Vestía sayas pardas, no enjoyaba su mano<br />¡y era todo su espíritu un inmenso joyel!<br /><br /> La Maestra era alegre. ¡Pobre mujer herida!<br />Su sonrisa fue un modo de llorar con bondad.<br />Por sobre la sandalia rota y enrojecida,<br />tal sonrisa, la insigne flor de su santidad.<br /><br /> ¡Dulce ser! En su río de mieles, caudaloso,<br />largamente abrevaba sus tigres el dolor!<br />Los hierros que le abrieron el pecho generoso<br />¡más anchas le dejaron las cuencas del amor!<br /><br /> ¡Oh, labriego, cuyo hijo de su labio aprendía<br />el himno y la plegaria, nunca viste el fulgor<br />del lucero cautivo que en sus carnes ardía:<br />pasaste sin besar su corazón en flor!<br /><br /> Campesina, ¿recuerdas que alguna vez prendiste<br />su nombre a un comentario brutal o baladí?<br />Cien veces la miraste, ninguna vez la viste<br />¡y en el solar de tu hijo, de ella hay más que de ti!<br /><br /> Pasó por él su fina, su delicada esteva,<br />abriendo surcos donde alojar perfección.<br />La albada de virtudes de que lento se nieva<br />es suya. Campesina, ¿no le pides perdón?<br /><br /> Daba sombra por una selva su encina hendida<br />el día en que la muerte la convidó a partir.<br />Pensando en que su madre la esperaba dormida,<br />a La de Ojos Profundos se dio sin resistir.<br /><br /> Y en su Dios se ha dormido, como en cojín de luna;<br />almohada de sus sienes, una constelación;<br />canta el Padre para ella sus canciones de cuna<br />¡y la paz llueve largo sobre su corazón!<br /><br /> Como un henchido vaso, traía el alma hecha<br />para volcar aljófares sobre la humanidad;<br />y era su vida humana la dilatada brecha<br />que suele abrirse el Padre para echar claridad.<br /><br /> Por eso aún el polvo de sus huesos sustenta<br />púrpura de rosales de violento llamear.<br />¡Y el cuidador de tumbas, cómo aroma, me cuenta,<br />las plantas del que huella sus huesos, al pasar!sayenco.es.tlhttp://www.blogger.com/profile/18410624813496694895noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1771735227930516648.post-3153694278708002232009-12-18T11:03:00.000-08:002009-12-18T11:07:43.519-08:00ELOGIO DE LA CANCIÓN<a href="http://www.infoteca.buap.mx/biblioteca/imagesportadas/jaime_torres_bodet.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 295px; height: 406px;" src="http://www.infoteca.buap.mx/biblioteca/imagesportadas/jaime_torres_bodet.jpg" border="0" alt="" /></a><br /><br /><br />(Prólogo de Canciones, del mexicano Torres Bodet) <br /><br /><br /> ¡Boca temblorosa,<br />boca de canción:<br />boca, la de Teócrito<br />y de Salomón!<br /><br /> La mayor caricia<br />que recibe el mundo,<br />abrazo el más vivo,<br />beso el más profundo.<br /><br /> Es el beso ardiente<br />de una canción:<br />la de Anacreonte<br />o de Salomón.<br /><br /> Como el pino mana<br />su resina suave,<br />como va espesándose<br />el plumón del ave,<br /><br /> entre las entrañas<br />se hace la canción,<br />y un hombre la vierte<br />blanco de pasión.<br /><br /> Todo ha sido sorbo,<br />para las canciones:<br />cielo, tierra, mares,<br />civilizaciones...<br /><br /> Cabe el mundo entero<br />en una canción:<br />se trenza hecha mirto<br />con el corazón.<br /><br /> Alabo las bocas<br />que dieron canción<br />la de Omar Khayyam,<br />la de Salomón.<br /><br /> Hombre, carne ciega,<br />el rostro levanta<br />a la maravilla<br />del hombre que canta.<br /><br /> Todo lo que tú amas<br />en tierra y en cielo,<br />está entre tus labios<br />pálidos de anhelo.<br /><br /> Y cuando te pones<br />su canto a escuchar,<br />tus entrañas se hacen<br />vivas como el mar.<br /><br /> Vivió en el Anáhuac,<br />también en Sión:<br />es Netzagualcoyotl<br />como Salomón.<br /><br /> Aguijón de abeja<br />lleva la canción:<br />aunque va enmielada<br />punza de aflicción.<br /><br /> Reyes y mendigos<br />mecen sus rodillas:<br />mueve ella las almas<br />como las gavillas.<br /><br /> Amad al que trae<br />boca de canción:<br />el cantor es madre<br />de la Creación.<br /><br /> Se llamó Petrarca,<br />se llama Tagore:<br />numerosos nombres<br />del inmenso amor.<br /><br /> ENVÍO<br /><br /> México, te alabo,<br />en esta garganta,<br />porque hecha de limo<br />de tus ríos, canta.<br /><br /> Paisaje de Anáhuac,<br />suave amor eterno,<br />en estas estrofas<br />te has hecho falerno.<br /><br /> Al que te ha cantado<br />digo bendición:<br />por Netzahualcoyotl<br />Y por Salomón!sayenco.es.tlhttp://www.blogger.com/profile/18410624813496694895noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1771735227930516648.post-11360285848924487802009-12-18T10:57:00.000-08:002009-12-18T11:02:44.996-08:00LA SOMBRA INQUIETA<a href="http://www.mercadolibre.cl/jm/img?s=MLC&f=20046094_8965.jpg&v=P"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 250px; height: 250px;" src="http://www.mercadolibre.cl/jm/img?s=MLC&f=20046094_8965.jpg&v=P" border="0" alt="" /></a><br /><br /> Flor, flor de la raza mía, Sombra Inquieta,<br />¡qué dulce y terrible tu ëvocación!<br />El perfil de éxtasis, llama la silueta,<br />las sienes de nardo, l'habla de canción;<br /><br /> cabellera luenga de cálido manto,<br />pupilas de ruego, pecho vibrador;<br />ojos hondos para albergar más llanto;<br />pecho fino donde taladrar mejor.<br /><br /> Por suave, por alta, por bella ¡precita!<br />fatal siete veces; fatal ¡pobrecita!<br />por la honda mirada y el hondo pensar.<br /><br /> ¡Ay! quien te condene, vea tu belleza,<br />mire el mundo amargo, mida tu tristeza,<br />¡y en rubor cubierto rompa a sollozar!<br /><br /><br />II<br /><br /> ¡Cuánto río y fuente de cuenca colmada,<br />cuánta generosa y fresca merced<br />de aguas, para nuestra boca socarrada!<br />¡Y el alma, la huérfana, muriendo de sed!<br /><br /> Jadeante de sed, loca de infinito,<br />muerta de amargura, la tuya, en clamor,<br />dijo su ansia inmensa por plegaria y grito:<br />¡Agar desde el vasto yermo abrasador!<br /><br /> Y para abrevarse largo, largo, largo,<br />Cristo dio a tu cuerpo silencio y letargo,<br />y lo apegó a su ancho caño saciador...<br /><br /> El que en maldecir tu duda se apure,<br />que puesta la mano sobre el pecho jure:<br />-"Mi fe no conoce zozobra, Señor".<br /><br /><br /><br /><br />III<br /><br /> Y ahora que su planta no quiebra la grama<br />de nuestros senderos, y en el caminar<br />notamos que falta, tremolante llama,<br />su forma, pintando de luz el solar,<br /><br /> cuantos la quisimos abajo, apeguemos<br />la boca a la tierra, y a su corazón,<br />vaso de cenizas dulces, musitemos<br />esta formidable interrogación:<br /><br /> ¿Hay arriba tanta leche azul de lunas,<br />tanta luz gloriosa de blondos estíos,<br />tanta insigne y honda virtud de ablución<br /><br /> que limpien, que laven, que albeen las brunas<br />manos que sangraron con garfios y en ríos<br />¡oh, Muerta! la carne de tu corazón?<br /><br /><br />NOTA DE LA AUTORA: Esta poesía es un comentario de un libro que, con ese título, escribió el fino prosista chileno Alone. El personaje principal es una artista que pasó dolorosamente por la vida.sayenco.es.tlhttp://www.blogger.com/profile/18410624813496694895noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1771735227930516648.post-37299680913248581072009-12-18T10:42:00.000-08:002009-12-18T11:25:49.353-08:00EL DIOS TRISTE<a href="http://1.bp.blogspot.com/_4zY-I7uRtJg/SfNX8uf1r3I/AAAAAAAAAzQ/faf7ux3Pvag/s400/hojas+de+oto%C3%B1o.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 266px;" src="http://1.bp.blogspot.com/_4zY-I7uRtJg/SfNX8uf1r3I/AAAAAAAAAzQ/faf7ux3Pvag/s400/hojas+de+oto%C3%B1o.jpg" border="0" alt="" /></a><br /><br /><br /><br /> Mirando la alameda de otoño lacerada,<br />la alameda profunda de vejez amarilla,<br />como cuando camino por la hierba segada<br />busco el rostro de Dios y palpo su mejilla.<br /><br /> Y en esta tarde lenta como una hebra de llanto<br />por la alameda de oro y de rojez yo siento<br />un Dios de otoño, un Dios sin ardor y sin canto<br />¡y lo conozco triste, lleno de desaliento!<br /><br /> Y pienso que tal vez Aquel tremendo y fuerte<br />Señor, al que cantara de locura embriagada,<br />no existe, y que mi Padre que las mañanas vierte<br />tiene la mano laxa, la mejilla cansada.<br /><br /> Se oye en su corazón un rumor de alameda<br />de otoño: el desgajarse de la suma tristeza.<br />Su mirada hacia mí como lágrima rueda<br />y esa mirada mustia me inclina la cabeza.<br /><br /> Y ensayo otra plegaria para este Dios doliente,<br />plegaria que del polvo del mundo no ha subido:<br />"Padre, nada te pido, pues te miro a la frente<br />y eres inmenso, ¡inmenso!, pero te hallas herido".sayenco.es.tlhttp://www.blogger.com/profile/18410624813496694895noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1771735227930516648.post-62123205583430672832009-12-18T10:32:00.000-08:002009-12-18T10:37:54.023-08:00MIS LIBROS<a href="http://newsimg.bbc.co.uk/media/images/41063000/jpg/_41063750_natal2416x300.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 416px; height: 300px;" src="http://newsimg.bbc.co.uk/media/images/41063000/jpg/_41063750_natal2416x300.jpg" border="0" alt="" /></a> <em>Libros que la autora donó a Vicuña.</em> (Foto: <a href="http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/photo_galleries/newsid_4476000/4476618.stm">BBC</a>)<br /><br /><br />(Lectura en la Biblioteca mexicana Gabriela Mistral) <br /><br /><br /> Libros, callados libros de las estanterías,<br />vivos en su silencio, ardientes en su calma;<br />libros, los que consuelan, terciopelos del alma,<br />y que siendo tan tristes nos hacen la alegría!<br /><br /> Mis manos en el día de afanes se rindieron;<br />pero al llegar la noche los buscaron, amantes,<br />en el hueco del muro donde como semblantes<br />me miran confortándome aquellos que vivieron.<br /><br /> ¡Biblia, mi noble Biblia, panorama estupendo,<br />en donde se quedaron mis ojos largamente,<br />tienes sobre los Salmos las lavas más ardientes<br />y en su río de fuego mi corazón enciendo!<br /><br /> Sustentaste a mis gentes con tu robusto vino<br />y los erguiste recios en medio de los hombres,<br />y a mí me yergue de ímpetu sólo el decir tu nombre;<br />porque de ti yo vengo, he quebrado al Destino.<br /><br /> Después de ti, tan sólo me traspasó los huesos<br />con su ancho alarido, el sumo Florentino.<br />A su voz todavía como un junco me inclino;<br />por su rojez de infierno, fantástica, atravieso.<br /><br /> Y para refrescar en musgos con rocío<br />la boca, requemada en las llamas dantescas,<br />busqué las Florecillas de Asís, las siempre frescas.<br />¡Y en esas felpas dulces se quedó el pecho mío!<br /><br /> Yo vi a Francisco, a Aquel fino como las rosas,<br />pasar por su campiña más leve que un aliento,<br />besando el lirio abierto y el pecho purulento,<br />por besar al Señor que duerme entre las cosas.<br /><br /> ¡Poema de Mistral, olor a surco abierto<br />que huele en las mañanas, yo te aspiré embriagada!<br />Vi a Mireya exprimir la fruta ensangrentada<br />del amor, y correr por el atroz desierto.<br /><br /> Te recuerdo también, deshecha de dulzuras,<br />verso de Amado Nervo, con pecho de paloma,<br />que me hiciste más suave la línea de la loma,<br />cuando yo te leía en mis mañanas puras.<br /><br /> Nobles libros antiguos, de hojas amarillentas,<br />sois labios no rendidos de endulzar a los tristes,<br />sois la vieja amargura que nuevo manto viste:<br />¡desde Job hasta Kempis la misma voz doliente!<br /><br /> Los que cual Cristo hicieron la Vía-Dolorosa,<br />apretaron el verso contra su roja herida,<br />y es lienzo de Verónica la estrofa dolorida;<br />¡todo libro es purpúreo como sangrienta rosa!<br /><br /> ¡Os amo, os amo, bocas de los poetas idos,<br />que deshechas en polvo me seguís consolando,<br />y que al llegar la noche estáis conmigo hablando,<br />junto a la dulce lámpara, con dulzor de gemidos!<br /><br /> De la página abierta aparto la mirada<br />¡oh muertos! y mi ensueño va tejiéndoos semblantes:<br />las pupilas febriles, los labios anhelantes<br />que lentos se deshacen en la tierra apretada.sayenco.es.tlhttp://www.blogger.com/profile/18410624813496694895noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1771735227930516648.post-76508983913296192872009-12-18T10:21:00.000-08:002009-12-18T10:29:51.377-08:00CREDO<a href="http://weblogs.cltv.com/features/health/livinghealthy/HEART%20LOU.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 400px;" src="http://weblogs.cltv.com/features/health/livinghealthy/HEART%20LOU.jpg" border="0" alt="" /></a><br /><br /><br /> Creo en mi corazón, ramo de aromas<br />que mi Señor como una fronda agita,<br />perfumando de amor toda la vida<br />y haciéndola bendita.<br /><br /> Creo en mi corazón, el que no pide<br />nada porque es capaz del sumo ensueño<br />y abraza en el ensueño lo creado:<br />¡inmenso dueño!<br /><br /> Creo en mi corazón, que cuando canta<br />hunde en el Dios profundo el flanco herido,<br />para subir de la piscina viva<br />recién nacido.<br /><br /> Creo en mi corazón, el que tremola<br />porque lo hizo el que turbó los mares,<br />y en el que da la Vida orquestaciones<br />como de pleamares.<br /><br /> Creo en mi corazón, el que yo exprimo<br />para teñir el lienzo de la vida<br />de rojez o palor, y que le ha hecho<br />veste encendida.<br /><br /> Creo en mi corazón, el que en la siembra<br />por el surco sin fin fue acrecentado.<br />Creo en mi corazón siempre vertido<br />pero nunca vaciado.<br /><br /> Creo en mi corazón en que el gusano<br />no ha de morder, pues mellará a la muerte;<br />creo en mi corazón, el reclinado<br />en el pecho de Dios terrible y fuerte.sayenco.es.tlhttp://www.blogger.com/profile/18410624813496694895noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1771735227930516648.post-9987884939202711032009-12-18T10:09:00.000-08:002009-12-18T10:15:18.585-08:00LA MUJER ESTERIL<a href="http://lh5.ggpht.com/_EBbi5lcQ1mU/SampT6Aw5xI/AAAAAAAAAEI/gwXOwRJVJxo/s400/yerma.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 241px; height: 400px;" src="http://lh5.ggpht.com/_EBbi5lcQ1mU/SampT6Aw5xI/AAAAAAAAAEI/gwXOwRJVJxo/s400/yerma.jpg" border="0" alt="" /></a><br /><br /><br /> La mujer que no mece un hijo en el regazo,<br />(cuyo calor y aroma alcance a sus entrañas),<br />tiene una laxitud de mundo entre los brazos;<br />todo su corazón congoja inmensa baña.<br /><br /> El lirio le recuerda unas sienes de infante;<br />el Angelus le pide otra boca con ruego;<br />e interroga la fuente de seno de diamante<br />por qué su labio quiebra el cristal en sosiego.<br /><br /> Y al contemplar sus ojos se acuerda de la azada;<br />piensa que en los de un hijo no mirará extasiada,<br />al vaciarse sus ojos, los follajes de octubre.<br /><br /> Con doble temblor oye el viento en los cipreses.<br />¡Y una mendiga grávida, cuyo seno florece<br />cual la parva de enero, de vergüenza la cubre!sayenco.es.tlhttp://www.blogger.com/profile/18410624813496694895noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1771735227930516648.post-61834634127481168692009-12-18T09:56:00.000-08:002009-12-18T10:15:43.733-08:00La mujer fuerte<a href="http://cvc.cervantes.es/actcult/mistral/cronologia/imagenes/aeci_cien_madredeGabr.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 192px; height: 250px;" src="http://cvc.cervantes.es/actcult/mistral/cronologia/imagenes/aeci_cien_madredeGabr.jpg" border="0" alt="" /></a><br /><br /><br /> Me acuerdo de tu rostro que se fijó en mis días,<br />mujer de saya azul y de tostada frente,<br />que en mi niñez y sobre mi tierra de ambrosía<br />vi abrir el surco negro en un abril ardiente.<br /><br /> Alzaba en la taberna, honda la copa impura<br />el que te apegó un hijo al pecho de azucena,<br />y bajo ese recuerdo, que te era quemadura,<br />caía la simiente de tu mano, serena.<br /><br /> Segar te vi en enero los trigos de tu hijo,<br />y sin comprender tuve en ti los ojos fijos,<br />agrandados al par de maravilla y llanto.<br /><br /> Y el lodo de tus pies todavía besara,<br />porque entre cien mundanas no he encontrado tu cara<br />¡y aun te sigo en los surcos la sombra con mi canto!sayenco.es.tlhttp://www.blogger.com/profile/18410624813496694895noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1771735227930516648.post-24125746997300924122009-08-25T11:59:00.000-07:002009-08-25T12:08:28.159-07:00RUTH<a href="http://dioscontigo.com/wp-content/uploads/2009/01/booz-y-ruth.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 468px; height: 400px;" src="http://dioscontigo.com/wp-content/uploads/2009/01/booz-y-ruth.jpg" border="0" alt="" /></a><br /><br /><br /> <em>A González Martínez </em><br /> <br /><br /> I <br /><br /> Ruth moabita a espigar va a las eras,<br />aunque no tiene ni un campo mezquino.<br />Piensa que es Dios dueño de las praderas<br />y que ella espiga en un predio divino.<br /><br /> El sol caldeo su espalda acuchilla,<br />baña terrible su dorso inclinado;<br />arde de fiebre su leve mejilla,<br />y la fatiga le rinde el costado.<br /><br /> Booz se ha sentado en la parva abundosa.<br />El trigal es una onda infinita,<br />desde la sierra hasta donde él reposa,<br /><br /> que la abundancia ha cegado el camino...<br />Y en la onda de oro la Ruth moabita<br />viene, espigando, a encontrar su destino!<br /><br /> II <br /><br /> -Booz miró a Ruth, y a los recolectores<br />dijo: "Dejad que recoja confiada..."<br />Y sonrieron los espigadores,<br />viendo del viejo la absorta mirada...<br /><br /> Eran sus barbas dos sendas de flores,<br />su ojo dulzura, reposo el semblante;<br />su voz pasaba de alcor en alcores,<br />pero podía dormir a un infante...<br /><br /> Ruth lo miró de la planta a la frente,<br />y fue sus ojos saciados bajando,<br />como el que bebe en inmensa corriente...<br /><br /> Al regresar a la aldea, los mozos<br />que ella encontró la miraron temblando.<br />Pero, en su sueño Booz fue su esposo...<br /><br /><br /> III <br /><br /> Y aquella noche el Patriarca en la era<br />viendo los astros que laten de anhelo,<br />recordó aquello que a Abraham prometiera<br />Jehová: más hijos que estrellas dio al cielo.<br /><br /> Y suspiró por su lecho baldío,<br />rezó llorando, e hizo sitio en la almohada<br />para la que, como baja el rocío,<br />hacia él vendría en la noche callada.<br /><br /> Ruth vio en los astros los ojos con llanto<br />de Booz llamándola, y estremecida,<br />dejó su lecho, y se fue por el campo...<br /><br /> Dormía el justo, hecho paz y belleza.<br />Ruth, más callada que espiga vencida,<br />puso en el pecho de Booz su cabeza.sayenco.es.tlhttp://www.blogger.com/profile/18410624813496694895noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1771735227930516648.post-61884550584591369322009-08-25T10:37:00.000-07:002009-08-25T11:43:46.734-07:00AL OÍDO DEL CRISTO<a href="http://www.agendadereflexion.com.ar/fotos/429/AJesusCrucificado_AgendadeReflexion.jpg"><img style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; WIDTH: 293px; CURSOR: hand; HEIGHT: 413px" alt="" src="http://www.agendadereflexion.com.ar/fotos/429/AJesusCrucificado_AgendadeReflexion.jpg" border="0" /></a><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><em>A Torres-Rioseco</em><br /><br /><br /><br /><br /><br />I<br /><br />Cristo, el de las carnes en gajos abiertas;<br />Cristo, el de las venas vaciadas en ríos:<br />estas pobres gentes del siglo están muertas<br />de una laxitud, de un miedo, de un frío!<br /><br />A la cabecera de sus lechos eres,<br />sí te tienen, forma demasiado cruenta,<br />sin esas blanduras que aman las mujeres<br />y con esas marcas de vida violenta.<br /><br />No te escupirían por creerte loco,<br />no fueran capaces de amarte tampoco<br />así, con sus ímpetus laxos y marchitos.<br /><br />Porque como, Lázaro ya hieden, ya hieden,<br />por no disgregarse, mejor no se mueven.<br />¡Ni el amor ni el odio les arrancan gritos!<br /><br /><br /><br />II<br /><br /><br />Aman la elegancia de gesto y color,<br />y en la crispadura tuya del madero,<br />en tu sudar sangre, tu último temblor<br />y el resplandor cárdeno del Calvario entero.<br /><br />Les parece que hay exageración<br />y plebeyo gusto; el que Tú lloraras<br />y tuvieras sed y tribulación,<br />no cuaja en sus ojos dos lágrimas claras.<br /><br />Tienen ojo opaco de infecunda yesca,<br />sin virtud de llanto, que limpia y refresca;<br />tienen una boca de suelto botón<br /><br />mojada en lascivia, ni firme ni roja;<br />¡y como de fines de otoño, así, floja<br />e impura, la poma de su corazón!<br /><br /><br /><br /><br /><br />III<br /><br /><br />....¡Oh Cristo! un dolor les vuelva a hacer viva<br />l`alma que les diste y que se ha dormido,<br />que se la devuelva honda y sensitiva,<br />casa de amargura, pasión y alarido.<br /><br />¡Garfios, hierros, zarpas, que sus carnes hiendan<br />tal como se hienden quemadas gavillas;<br />llamas que a su gajo caduco se prendan,<br />llamas de suplicio: argollas, cuchillas!<br /><br />¡Llanto, llanto de calientes raudales<br />renueve los ojos de turbios cristales<br />y les vuelva el viejo fuego del mirar!<br /><br />¡Retóñalos desde las entrañas, Cristo!<br />Si ya es imposible, si Tú bien lo has visto,<br />si son paja de eras... ¡desciende a aventar!sayenco.es.tlhttp://www.blogger.com/profile/18410624813496694895noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1771735227930516648.post-46594384467509794942009-08-24T13:41:00.000-07:002009-08-24T13:48:39.726-07:00EL PENSADOR DE RODIN<a href="http://www.musee-rodin.fr/welcome.htm"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5373634375146476642" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 250px; CURSOR: hand; HEIGHT: 320px; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="http://2.bp.blogspot.com/_lFQgomu7wek/SpL7_lNvFGI/AAAAAAAAAA8/68kNMknfFgo/s400/Rodin_Penseur.JPG" border="0" /></a><br /><div><br /><em>A Laura Rodig</em></div><div><br /> Con el mentón caído sobre la mano ruda,</div><div>el Pensador se acuerda que es carne de la huesa,</div><div>carne fatal, delante del destino desnuda,</div><div>carne que odia la muerte, y tembló de belleza.</div><div><br /> Y tembló de amor, toda su primavera ardiente,</div><div>y ahora, al otoño, anégase de verdad y tristeza.</div><div>El "de morir tenemos" pasa sobre su frente,</div><div>en todo agudo bronce, cuando la noche empieza.</div><div><br /> Y en la angustia, sus músculos se hienden, sufridores.</div><div>Cada surco en la carne se llena de terrores.</div><div>Se hiende, como la hoja de otoño, al Señor fuerte</div><div><br /> que le llama en los bronces... Y no hay árbol torcido</div><div>de sol en la llanura, ni león de flanco herido,</div><div>crispados como este hombre que medita en la muerte.</div><div> </div><div> </div><div><br /><br /> </div><div></div>sayenco.es.tlhttp://www.blogger.com/profile/18410624813496694895noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1771735227930516648.post-12999507270453021712009-08-24T13:32:00.000-07:002009-08-24T13:50:11.674-07:00LA CRUZ DE BISTOLFI<a href="http://www.scultura-italiana.com/Galleria/Bistolfi%20Leonardo/imagepages/image2.html"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5373631867023227042" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 300px; CURSOR: hand; HEIGHT: 400px; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="http://2.bp.blogspot.com/_lFQgomu7wek/SpL5tlujeKI/AAAAAAAAAAs/BS5hf5uIgjA/s400/Leonardo%2520Bistolfi%2520-%2520Crocefisso%2520(Gardone%252C%2520Vittoriale%252C%2520Mausoleo)%2520%2520.jpg" border="0" /></a><br /><div></div><br /><div><a href="http://www.scultura-italiana.com/Galleria/Bistolfi%20Leonardo/imagepages/image3.html"></a></div><br /><div></div><br /><div>Cruz que ninguno mira y que todos sentimos,<br />la invisible y la cierta como una ancha montaña:<br />dormimos sobre ti y sobre ti vivimos;<br />tus dos brazos nos mecen y tu sombra nos baña.</div><br /><div><br />El amor nos fingió un lecho, pero era<br />sólo tu garfio vivo y tu leño desnudo.<br />Creímos que corríamos libres por las praderas<br />y nunca descendimos de tu apretado nudo.</div><br /><div><br />De toda sangre humana fresco está tu madero,<br />y sobre ti yo aspiro las llagas de mi padre,<br />y en el clavo de ensueño que lo llagó, me muero.</div><br /><div><br />¡Mentira que hemos visto las noches y los días!<br />Estuvimos prendidos, como el hijo a la madre,<br />a ti, del primer llanto a la última agonía!</div><div> </div><div> </div><div> </div>sayenco.es.tlhttp://www.blogger.com/profile/18410624813496694895noreply@blogger.com2